no hay momento del día en el que pueda pensar bien,
momento para ordenar las palabras, las de dentro con las de fuera y dejar que se conozcan.
soy poco a poco absorbida por un embudo inminente, no puedes ir por otro camino, este es el que han hecho para tí, a veces es verde con millones de árboles, con copas perfectas, capaces de proyectar sombras perfectas, sobre hierba casi perfecta.
de un tramo a otro cambio las formas, se distorsionan casi a cada momento, nunca sabré cual era la original.
con un golpe de vista alcanzo a ver toda la imagen perfecta, la de ayer por la tarde, cuando pienso en las cosas que me dan miedo, son millones, las cosas que no hago y que no haré y que me pesarán como losas marmóreas blanquecinas y grises con sus grietas y sus poros abiertos y rasposos. imágenes que me llevan lejos muy lejos de mí pero que después me dejan caer de uno de esos árboles de copas perfectas sobre la hierba no tan perfecta. me duele, no puedo disimular.
prender fuego a la hierba para que crezca nueva.
miércoles, 20 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario