miércoles, 20 de julio de 2011

no hay momento del día en el que pueda pensar bien,
momento para ordenar las palabras, las de dentro con las de fuera y dejar que se conozcan.
soy poco a poco absorbida por un embudo inminente, no puedes ir por otro camino, este es el que han hecho para tí, a veces es verde con millones de árboles, con copas perfectas, capaces de proyectar sombras perfectas, sobre hierba casi perfecta.
de un tramo a otro cambio las formas, se distorsionan casi a cada momento, nunca sabré cual era la original.
con un golpe de vista alcanzo a ver toda la imagen perfecta, la de ayer por la tarde, cuando pienso en las cosas que me dan miedo, son millones, las cosas que no hago y que no haré y que me pesarán como losas marmóreas blanquecinas y grises con sus grietas y sus poros abiertos y rasposos. imágenes que me llevan lejos muy lejos de mí pero que después me dejan caer de uno de esos árboles de copas perfectas sobre la hierba no tan perfecta. me duele, no puedo disimular.
prender fuego a la hierba para que crezca nueva.

jueves, 7 de julio de 2011

se atraganta el acontecimiento.
los perros revuelven la tierra más húmeda y me manchan el pantalón. algunos se despiden narcotizando el aire. se revuelven las palabras y se tuercen los hechos. un jardín salvaje para descansar tras una vida sana y repleta de buenos momentos.
existe el lío, habita en mí. dentro y a mucha profundidad.
para decidir, preguntar primero, tomar un poco de tiempo y espacio dignos de la construcción de un círculo perfecto. limpio y sencillo.

hoy tocó silla verde. el moreno hacía su trabajo y los ojos como grises me hipnotizaban poco a poco. a veces me distraes. pensaba que lo peor vendría al principio, pero como casi siempre me equivoco. lo peor llegó mucho después. sacar un dedo fuera del círculo, darme un espacio para pensar y después respirar. esa es la secuencia lógica de un humano sano.
agradar y tragar es otra de las muchas opciones para sobrevivir al fracaso. humano menos sano.
poco a poco y reptando por arena seca, poco a poco entendiendo mi propio comportamiento.
luchar desde dentro.

preguntar a la pequeña y llamar a la rebelde para tomar decisión. no escatimar en el tiempo, ni en la presunción de haber sido superheroina. ahora me conformo con ser un pececillo de colores.
la lista de colores es interminable, he de ir acostumbrándome a tanta gama.

miércoles, 6 de julio de 2011

respiramos fuerte, me acomodé en la silla de terciopelo barato, respiramos fuerte otra vez, imaginación y sentidos encendidos.
entramos por la boca y miramos todo lo que conformaba aquel cuerpo, aquella cara y aquellos ojos, un pestañeo previo y recorrimos todo el cuerpo, mi boca, la garganta, el corazón, los pulmones, el estómago, la sangre y las entrañas y ahí estaba yo, mirando hacia arriba con un jersey verde y coloretes. no hablaba pero te miraba como con ganas y sin ellas.
hacía calor y no tenía ganas de ir a ninguna otra parte.

hablando sin hablar te echaba de menos y casi que me quería quedar ahí, contigo entre el calor y la humedad, en la oscuridad del cuerpo.
y por un instante pensé: las cosas del exterior no son tan malas como las piensas. verdad?

sin prisas.